Alguna vez lo he comentado: encontrar mi propósito se convirtió en mi máxima hace unos años.

Esa máxima me motivaba (aunque muchos dijeran que vivir de lo que nos apasiona no exista).

Y esa máxima me hizo también sufrir.

Por expectativas, por dudas, por comparaciones, por impaciencia. Vamos, por todos los temas sobre los hablo aquí.

Ya ves, la primera y la que más tiene que aprender de todo lo que lees soy yo misma.

Que, por si tienes dudas, ni mucho menos tengo las lecciones aprendidas.

Empecé mi búsqueda entre los 28 y los 29.

En aquel momento, el primer retorno de Saturno me atravesó y sentí una colleja de la vida que, por cierto, me tomé en serio.

Dejé todo para ocuparme de lo que realmente me pareció más importante: un futuro laboral que me ilusionase y me apasionase.

Hoy, de camino a cumplir 36 inviernos, la búsqueda ha cambiado porque yo soy otra y porque estar viva es ya un propósito acojonante.

Hoy, persigo estar presente como condición imprescindible de mi propósito.

¿De qué sirve estar en el futuro de “qué feliz voy a ser cuando lo encuentre o lo consiga”?

De nada.

Es vivir en una idea y una expectativa.

Es dejar que el presente se escape de las manos.

Es apartarse voluntariamente de las pistas que HOY te da la vida para completar tu MAÑANA.

Por eso, creo que es importante no perderse la vida mientras caminas a través de ella y estar atenta a lo que está pasando dentro de ti misma.

Para eso sirve la astrología que yo comparto: para conectar con lo que tienes dentro porque, hermosa, tú eres la fuente de tus mejores respuestas.

Pero como estamos en el futuro (incierto) o en el pasado (que no podemos cambiar), nos perdemos el regalo de ahora y ya.

La astrología no es para las “lumbreras”, ni para las “espirituales”, ni para “avanzadas” ni para las que controlan de nada.

La astrología es para que cualquier terrícola, de cualquier edad, en cualquier momento de vida que, eso sí:

1. Siente afinidad por la astrología: le resuena, le llama la atención y le produce curiosidad.

2. Quiere conocerse más para estar más a gusto que un arbusto consigo misma (y consecuentemente ajustar su vida a la persona que realmente es).

Si quieres estar atenta a lo que a lo que pasa dentro de ti (de cumple a cumple) y no lo que podría pasar dentro de 5 años.

Si quieres guiarte por tu aprendizaje más importante (de cumple a cumple), por el de ahora y no por el de hace 5 años.

Si quieres vivir tus procesos de forma consciente (de cumple a cumple), el tuyo y no el de la Instagramer de turno.

Pásate por aquí: